Locura

    Despertó un poco desorientado aun con el sabor de la anestesia en su boca, entre abrió los ojos y la luz que entraba por la ventana se reflejaba por las blancas paredes de aquel extraño cuarto de hospital fulminando sus pupilas, entonces creyó ver una sombra que le miraba muy atentamente desde el pie de la cama con ojos en blanco pero al parpadear desapareció. ----->

    ⎼Veo que ha despertado ⎼volteó a su izquierda para poder observar de quién salía aquella voz, era el médico que había efectuado la cirugía.– Aún se sentirá un poco adormilado por la anestesia, pero el efecto pasará pronto. –Aquel hombre en bata se sentó a su lado mientras leía unos papeles.– La cirugía fue todo un éxito, incluso terminamos antes de lo previsto, en cuanto observemos que el implante no sea rechazado podrá irse a casa. –El médico procedió a quitarle las vendas de la cabeza y colocó una gasa limpia sobre la trepanación, aquel tacto en su herida desencadenó una extraña sensación, como estática en el cerebro, lo podía sentir detrás de sus ojos y se percató que había un extraño zumbido en sus oídos, “seguro es la anestesia” pensó. Entonces una voz metálica sonó por todo el hospital solicitando la presencia del neurocirujano.– Bueno señor Haller, si tiene algún problema o se le ofrece algo no dude en llamar a nuestro personal de atención. –Se levantó y salió del cuarto. 

    Harry tomó el control remoto de la mesita de noche que tenía a su lado y encendió el televisor que estaba sintonizando las noticias, pero había algo extraño en la programación. El rostro de la conductora estaba distorsionado en una mueca grotesca, y le miraba fijamente con ojos muertos, Harry se talló los ojos un poco confundido y miró de nuevo, pero la conductora seguía con aquel rostro desfigurado, entonces comenzó a hablarle con una voz gutural y mientras lo hacía chorros de sangre brotaban como fuente de sus orificios faciales.

    –Mátalos Harry, a todos, a cada uno de ellos, usa tus manos y destroza sus insignificantes vidas. –Harry alterado comenzó a cambiar de canal pero siempre había alguien con aquel grotesco rostro que parecía una máscara descarnada y le miraban fijamente. En shock Harry arrojó el control hacia el televisor estrellando completamente la pantalla. Aquel escándalo llamó la atención del personal, a lo que una enfermera llegó al cuarto a toda prisa, pero ella también llevaba puesta aquella máscara horrorosa, Harry gritó enloquecido y cayó del otro lado de la cama, su cabeza comenzó a dolerle como si un alambre al rojo vivo le atravesara el cerebro y el zumbido que apenas escuchaba ahora era insoportable. La enfermera se acercó a él y Harry se levantó de un salto la empujó con todas sus fuerzas y salió del cuarto corriendo por los pasillos, todo aquel con el que se cruzaba llevaba el rostro desfigurado. Entonces entró a un quirófano y bloqueó la entrada con una camilla para refugiarse mientras los equipos de seguridad trataban de forzar su entrada.

    Se activó la bocina y escuchó de nuevo aquella desgarradora voz, el zumbido y el dolor subieron otra escala.

    –Mátalos Harry, antes de que te maten a ti. –Harry se llevó las manos a la cabeza y gritó desesperado, sintió la herida en su cráneo y en un supuesto arranque de lucidez tomó un bisturí y lo calvó con determinada locura en su cabeza, Harry se arrancaría el chip que evitaría sus ataques epilépticos, ignorando el extremo dolor, escarbó bajo su cráneo con sus dedos hasta que palpó el chip y usando de nuevo el bisturí lo arrancó sin pensarlo demasiado. En sus manos ensangrentadas sostuvo aquel extraño artefacto que tenía trozos de corteza cerebral, pero el ruido y las voces se habían detenido. Harry colapsó y cayó al suelo mientras sonreía con alivió, cuando el personal de seguridad logró abrir las puertas, el señor Haller moría sin remedio.