Ojo Cósmico

Ojo Cósmico
El ojo con el que yo observo el universo y el ojo con el que el universo me observa a mi son uno y el mismo.

domingo, 10 de enero de 2016

Eclipse Solar - El Evento

    Mientras la inmensa sombra de la Luna envolvía la ciudad, las personas, debajo, miraban con asombro el fenómeno. El eclipse ocurría a las 6 de la tarde un martes de octubre. Los ocultistas presagiaban eventos catastróficos pues el eclipse representaba, según ellos, signos inequívocos del apocalípsis, pero nadie estaba preparado para la terrible visión de la que serían testigos millones de ojos. El oscuro disco había cubierto ya más del sesenta por ciento de su recorrido y su público esperaba ansioso que el show llegase al clímax. Todos portaban ya sus gafas con filtro UV que habían comprado con antelación para poder observar el eclipse sin preocuparse a perder la vista. ------>



    Cuando el eclipse fue total hubo un silencio sepulcral que envolvió la ciudad. Toda forma de tecnología dejó de funcionar en el momento, como por un pulso electromagnético. Un joven que, había intentado grabar el fenómeno con su teléfono inteligente, trataba de encenderlo muy confundido, pues su batería estaba cargada, mientras que, muchas otras personas en sus hogares, quedaban desilusionados al saber que se perderían del evento, ya que sus televisores habían dejado de funcionar sin razón aparente, y no tenían gafas con las que protegerse los ojos para verlo.

    Entonces, una sombra se proyectó sobre la ciudad, inmensa como los edificios. Los espectadores miraban asombrados y asustados al mismo tiempo aquel siniestro espectáculo sin percatarse de la oscura ambición que los miraba de regreso. La extraña figura terminó de materializarse y era horrenda en su infinita maldad. Su cuerpo era una masa oscura y uniforme, la cual podía moldear a su antojo, su forma era un torso humano y en lugar de piernas, éste, poseía un sinnúmero de tentáculos que se alargaban hasta casi tocar el pavimento en el suelo. En su oscura piel llevaba marcados extraños símbolos y dibujos, como si fuese mampostería alienígena. Su rostro estaba descarnado, su boca se abría en vertical y estaba atascada de afilados colmillos, sus cuencas oculares estaban vacías y sólo su tercer ojo, rojizo, se abría sobre su frente observando a las personas debajo de él. Su cabeza se extendía hacía arriba como si fuera una corona.

    Argaroth rugió su nombre y el terror se extendió como incendio entre el público. Gritaban enloquecidos sin comprender lo que sucedía sobre ellos, corrían despavoridos sin saber a dónde, habían perdido todo rastro de civilización y se empujaban entre ellos golpeándose para salir de la calle. Solo algunos se quedaron, mirando maravillados al oscuro ente, pues éste les hablaba en su profana lengua psíquica. Les mostró la carnicería caótica que reinaba en su planeta y les mostró la Tierra después de que Argaroth la moldeara a su imagen y semejanza.

    Cuando el eclipse terminó todos se encontraban confundidos, como al despertar de un pesado sueño. La ciudad se había recuperado de la conmoción y en los noticieros se hablaba de histeria colectiva. Sólo algunos recordaban lo que había sucedido, aquellos que lograron sobreponerse a la locura y al horror, aquellos que observaron la oscura figura que se había formado sobre sus cabezas sin dejar que su sombra les nublara la cordura. Y solo algunos pocos, aquellos que atesoraban la maldad en sus corazones, quedaron miserablemente locos, recluidos en manicomios por el resto de su impura vida balbuceando y maldiciendo el nombre de Argaroth pues éste les acosaba en sueños mostrándoles su planeta Zohormoth, donde reina el caos y la destrucción.

    Algunos creen ya olvidado éste acontecimiento, pero la verdad es que, después del evento, han surgido innumerables cultos alrededor del mundo en donde le adoran y le rezan al oscuro y ansían su llegada. Oh oscuro Argaroth llega a nosotros a través del vacío tu inmisericorde mirada, revela ante nosotros los secretos de tu incontenible poder oh maestro, guíanos a través de las tinieblas y llévanos por tu profano camino hacia Ahrlea donde podremos abrir al fin la puerta a tu mundo de agonía y sufrimiento.

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